miércoles, 12 de noviembre de 2008
Armas del futuro parte 2
La nueva visión de las fuerzas armadas estadounidenses implicará la introducción de muchas tecnologías novedosas, pero también podría significar que varios programas favorecidos en estos momentos se tengan que suspender o cambiar de forma significativa.
Cada uno de los cuerpos armados tendrá que considerar detenida y seriamente qué va a hacer y con cuáles equipos podrá hacerlo.
Tanques Abrams
Desde hace mucho, el brazo de mayor pegada del ejército estadounidense ha sido su brigada de equipos blindados pesados, centrada en los tanques y en el apoyo de varios otros vehículos de tracción tipo oruga.
Aunque demostraron su importancia en la Guerra del Golfo, en 1991, se les considera demasiado voluminosos y anticuados para el nuevo entorno de seguridad.
Cañón autopropulsado "Crusader"
Los programas relacionados con equipos pesados como el cañón autopropulsado "Crusader" podrían estar entre las primeras víctimas de los cortes presupuestarios de Bush.
Sin embargo, los partidarios del "Crusader" han organizado una gran campaña en su defensa, a través de artículos periodísticos y actividades de cabildeo en el Capitolio.
Vehículos de combate blindados y ligeros AFV y LAV
El ejército de EE.UU. ha hecho grandes inversiones -3 en tratar de "digitalizar" sus fuerzas blindadas, lo que, sin dudas, ha mejorado su capacidad de ataque, pero ha tenido poco efecto sobre su movilidad.
El primer "Equipo de Combate Inicial de Brigada (IBCT)" se estableció en la costa atlántica de Estados Unidos, con vehículos blindados sobre ruedas de gran capacidad.
Algunos expertos plantean que el ejército debería dejar atrás las orugas y transformarse en una fuerza completamente sobre ruedas.
El "guerrero de tierra"
El programa "Land Warrior" ("Guerrero de tierra") tiene por objeto aprovechar los adelantos del procesamiento digital de imágenes y de los sistemas informáticos para beneficio individual del soldado de infantería.
El sistema es engorroso, pero funciona, y programas como éste parecen estar destinados a revolucionar el papel del soldado de infantería.
El aeroplano de rotores basculantes V-22
Los rotores basculantes del problemático Osprey han tenido varios accidentes y han estado bajo la mira debido a acusaciones de que los resultados de sus pruebas fueron interpretados a conveniencia.
Se espera que este aparato, que despega como un helicóptero y vuela como un avión, transforme radicalmente la forma en que el Cuerpo de Infantería de Marina estadounidense se desplaza de los barcos a la costa y ofrece muchas ventajas sobre su única alternativa: nuevos helicópteros.
Sin embargo, sus potenciales beneficiados tendrán que conformarse con helicópteros, si se decide cancelar el programa del Osprey.
Caza F-22
El F-22 es el avión de combate "de primera clase" de la fuerza aérea estadounidense del futuro.
Sus características de baja observabilidad al radar y su capacidad de volar a velocidades supersónicas mayores que las del F-15 indican que estarían a la vanguardia en cualquier guerra aérea del porvenir.
La Fuerza Aérea de EE.UU. quiere comprar 339 cazas F-22, pero son muy costosos y quienes se oponen a la idea plantean que el país no puede darse el lujo de pagar por una "bala de plata" de esa naturaleza.
El cazabombardero "Joint Strike Fighter"
Las cosas se han complicado por otro importante programa -el avión monoplaza de función múltiple "Joint Strike Fighter"- que piensan adquirir la Fuerza Aérea, la Marina y el Cuerpo de Artillería de Marina de EE.UU., así como una serie de sus aliados, en especial el Reino Unido, que quiere incorporar la versión naval en sus futuros portaviones.
Los detractores del programa dicen que se deberían comprar menos F-22 o que uno de los programas debería cancelarse.
Debido al interés expresado fuera de EE.UU., será más difícil suspender un programa como éste, que incluye el tal vez mayor contrato de defensa de la historia y podría tener serias repercusiones sobre el empleo y el futuro de la industria de defensa en el país.
Bombardero B2 "Predador"
Cada vez más analistas plantean que EE.UU. tendrá que desarrollar equipos de mayor alcance pues las bases de la vanguardia son vulnerables a los mísiles del enemigo y algunos expertos dicen que la Fuerza Aérea debería adquirir más bombarderos de largo alcance como el B-2.
Se han realizado experimentos con vehículos aéreos no tripulados, que parecen destinados a desempeñar una mayor variedad de funciones en el futuro.
Portaviones de la clase Nimitz
Durante mucho tiempo, ha sido fundamental el papel de los portaviones y sus grupos de combate adjuntos en el poderío naval de Estados Unidos.
Sin embargo, sus críticos plantean que son vulnerables, que la clase del gigante Nimitz debe ser más pequeña y que se requieren menos grupos de combate.
Podrían reducirse de 12 a 10, a lo que la Marina se opondrá tenazmente.
Destructor DD-21
El futuro del poderío naval está en embarcaciones como el propuesto destructor DD-21.
Las naves de guerra del mañana enfatizarán la reduccción de los costos operativos sin afectar la capacidad de combate.
Podrán ser propulsadas por energía eléctrica y tener tripulaciones mucho menores que las de las embarcaciones de hoy en día.
Cada uno de los cuerpos armados tendrá que considerar detenida y seriamente qué va a hacer y con cuáles equipos podrá hacerlo.
Tanques Abrams
Desde hace mucho, el brazo de mayor pegada del ejército estadounidense ha sido su brigada de equipos blindados pesados, centrada en los tanques y en el apoyo de varios otros vehículos de tracción tipo oruga.
Aunque demostraron su importancia en la Guerra del Golfo, en 1991, se les considera demasiado voluminosos y anticuados para el nuevo entorno de seguridad.
Cañón autopropulsado "Crusader"
Los programas relacionados con equipos pesados como el cañón autopropulsado "Crusader" podrían estar entre las primeras víctimas de los cortes presupuestarios de Bush.
Sin embargo, los partidarios del "Crusader" han organizado una gran campaña en su defensa, a través de artículos periodísticos y actividades de cabildeo en el Capitolio.
Vehículos de combate blindados y ligeros AFV y LAV
El ejército de EE.UU. ha hecho grandes inversiones -3 en tratar de "digitalizar" sus fuerzas blindadas, lo que, sin dudas, ha mejorado su capacidad de ataque, pero ha tenido poco efecto sobre su movilidad.
El primer "Equipo de Combate Inicial de Brigada (IBCT)" se estableció en la costa atlántica de Estados Unidos, con vehículos blindados sobre ruedas de gran capacidad.
Algunos expertos plantean que el ejército debería dejar atrás las orugas y transformarse en una fuerza completamente sobre ruedas.
El "guerrero de tierra"
El programa "Land Warrior" ("Guerrero de tierra") tiene por objeto aprovechar los adelantos del procesamiento digital de imágenes y de los sistemas informáticos para beneficio individual del soldado de infantería.
El sistema es engorroso, pero funciona, y programas como éste parecen estar destinados a revolucionar el papel del soldado de infantería.
El aeroplano de rotores basculantes V-22
Los rotores basculantes del problemático Osprey han tenido varios accidentes y han estado bajo la mira debido a acusaciones de que los resultados de sus pruebas fueron interpretados a conveniencia.
Se espera que este aparato, que despega como un helicóptero y vuela como un avión, transforme radicalmente la forma en que el Cuerpo de Infantería de Marina estadounidense se desplaza de los barcos a la costa y ofrece muchas ventajas sobre su única alternativa: nuevos helicópteros.
Sin embargo, sus potenciales beneficiados tendrán que conformarse con helicópteros, si se decide cancelar el programa del Osprey.
Caza F-22
El F-22 es el avión de combate "de primera clase" de la fuerza aérea estadounidense del futuro.
Sus características de baja observabilidad al radar y su capacidad de volar a velocidades supersónicas mayores que las del F-15 indican que estarían a la vanguardia en cualquier guerra aérea del porvenir.
La Fuerza Aérea de EE.UU. quiere comprar 339 cazas F-22, pero son muy costosos y quienes se oponen a la idea plantean que el país no puede darse el lujo de pagar por una "bala de plata" de esa naturaleza.
El cazabombardero "Joint Strike Fighter"
Las cosas se han complicado por otro importante programa -el avión monoplaza de función múltiple "Joint Strike Fighter"- que piensan adquirir la Fuerza Aérea, la Marina y el Cuerpo de Artillería de Marina de EE.UU., así como una serie de sus aliados, en especial el Reino Unido, que quiere incorporar la versión naval en sus futuros portaviones.
Los detractores del programa dicen que se deberían comprar menos F-22 o que uno de los programas debería cancelarse.
Debido al interés expresado fuera de EE.UU., será más difícil suspender un programa como éste, que incluye el tal vez mayor contrato de defensa de la historia y podría tener serias repercusiones sobre el empleo y el futuro de la industria de defensa en el país.
Bombardero B2 "Predador"
Cada vez más analistas plantean que EE.UU. tendrá que desarrollar equipos de mayor alcance pues las bases de la vanguardia son vulnerables a los mísiles del enemigo y algunos expertos dicen que la Fuerza Aérea debería adquirir más bombarderos de largo alcance como el B-2.
Se han realizado experimentos con vehículos aéreos no tripulados, que parecen destinados a desempeñar una mayor variedad de funciones en el futuro.
Portaviones de la clase Nimitz
Durante mucho tiempo, ha sido fundamental el papel de los portaviones y sus grupos de combate adjuntos en el poderío naval de Estados Unidos.
Sin embargo, sus críticos plantean que son vulnerables, que la clase del gigante Nimitz debe ser más pequeña y que se requieren menos grupos de combate.
Podrían reducirse de 12 a 10, a lo que la Marina se opondrá tenazmente.
Destructor DD-21
El futuro del poderío naval está en embarcaciones como el propuesto destructor DD-21.
Las naves de guerra del mañana enfatizarán la reduccción de los costos operativos sin afectar la capacidad de combate.
Podrán ser propulsadas por energía eléctrica y tener tripulaciones mucho menores que las de las embarcaciones de hoy en día.
equipamiento del futuro
Adiós a la imagen del soldado perdido en el campo de batalla, orientado por los rudimentarios sistemas de localización que le llevaban a caer, en muchas ocasiones, en manos enemigas. En España ha nacido ya el soldado interactivo, conectado a un sistema de red que le permite conocer su posición en el campo de batalla y saber dónde y en qué situación se encuentra el pelotón del que forma parte. Atrás queda el romanticismo de situaciones que tanto han inspirado a guionistas cinematográficos, que han convertido de la desolación del soldado perdio en mitad del fuego enemigo, en temática central de grandes producciones del otro lado del Atlántico.
El denominado Combatiente Futuro (Comfut) ya es una realidad con la entrega, por parte de EADS, a la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, de los primeros doce equipos individuales que forman parte de un programa de equipamiento del futuro soldado del Ejército de Tierra, que será ahora sometido a pruebas en la Academia de Infantería de Toledo.
Con este programa de equipamientos avanzados para los militares españoles, se trata de aumentar la eficacia y la protección de los soldados españoles, incorporando novedades como optrónica, mando y control, fuente de alimentación, equipamiento y protección balísticas y simulador de duelo y otros sistemas de apoyo.
El conjunto del nuevo equipamiento funcionará de forma integrada y el soldado trabajará en un entorno de red, ya que, a través de censores, el Comfut será consciente en cada momento de la situación en la que se encuentra, de su posición en el campo de batalla, la de sus compañeros y la de sus enemigos, aumentando notablemente su eficacia. Al mismo tiempo, y gracias a las protecciones balísticas y el equipamiento diseñado para este fin, aumentará su seguridad y confort, pudiendo operar día y noche y en cualquier condición meteorológica. Este nuevo uniforme también permitirá una reducción de la firma infrarroja y proporcionará superioridad al combatiente en condiciones de poca visibilidad. El traje garantizará un alto grado de confort y estabilidad térmica.
Este programa se inició en septiembre de 2006 con la selección de EADS como empresa adjudicataria del programa, liderando un grupo de subcontratistas españolas entre las que se encuentran las empresas Indra, Fedur, GMV, Iturri y Amopack. El presupuesto total de esta iniciativa de I+D es de 24,5 millones de euros. Una vez cumplido el primer hito importante de esta renovación tecnológica del Ejército español, la entrega de los dos pelotones restantes está prevista para final de 2008.
El denominado Combatiente Futuro (Comfut) ya es una realidad con la entrega, por parte de EADS, a la Dirección General de Armamento y Material del Ministerio de Defensa, de los primeros doce equipos individuales que forman parte de un programa de equipamiento del futuro soldado del Ejército de Tierra, que será ahora sometido a pruebas en la Academia de Infantería de Toledo.
Con este programa de equipamientos avanzados para los militares españoles, se trata de aumentar la eficacia y la protección de los soldados españoles, incorporando novedades como optrónica, mando y control, fuente de alimentación, equipamiento y protección balísticas y simulador de duelo y otros sistemas de apoyo.
El conjunto del nuevo equipamiento funcionará de forma integrada y el soldado trabajará en un entorno de red, ya que, a través de censores, el Comfut será consciente en cada momento de la situación en la que se encuentra, de su posición en el campo de batalla, la de sus compañeros y la de sus enemigos, aumentando notablemente su eficacia. Al mismo tiempo, y gracias a las protecciones balísticas y el equipamiento diseñado para este fin, aumentará su seguridad y confort, pudiendo operar día y noche y en cualquier condición meteorológica. Este nuevo uniforme también permitirá una reducción de la firma infrarroja y proporcionará superioridad al combatiente en condiciones de poca visibilidad. El traje garantizará un alto grado de confort y estabilidad térmica.
Este programa se inició en septiembre de 2006 con la selección de EADS como empresa adjudicataria del programa, liderando un grupo de subcontratistas españolas entre las que se encuentran las empresas Indra, Fedur, GMV, Iturri y Amopack. El presupuesto total de esta iniciativa de I+D es de 24,5 millones de euros. Una vez cumplido el primer hito importante de esta renovación tecnológica del Ejército español, la entrega de los dos pelotones restantes está prevista para final de 2008.

Armas del futuro
Armas del futuro
Lo que ahora llamamos armas del futuro dentro de poco dejará de ser una fantasía de películas como Star Wars y Star Trek. En gran medida gracias al avance que dio el Pentagono en el año 2005 cuando consiguió fundir lasers en estado liquido y sólido para reducir el tamaño y el peso. Actualmente están desarrollando un sistema para cazas de combate que sería capaz de interceptar cohetes y aviones enemigos. Se espera que vea la luz en un en no demasiado tiempo.
También el sector privado está dedicando recursos en rifles láser. Un ejemplo es la empresa Northrop Grumman que a principios de año ha inaugurado una fábrica con el objetivo de producir varios láser de 100 KW para un futuro. El gobierno israelí se ha interesado en usar estas armas como escudo defensivo en instalaciones delicadas como pueden ser bases militares, puertos o aeropuertos.
Otro caso es el de Boeing que está trabajando en el proyecto ‘Advanced Tactical Laser’ (ATL), nombre que recibe un dispositivo que se acoplará en aviones de carga como el ‘Hércules’ para atacar objetivos terrestres con una precisión hasta ahora nunca conseguida con misiles. Otra ventaja del láser es su bajo coste porque no necesita nada más que electricidad para funcionar, mientras que misiles como el Tomahawk están a millón de dolares la unidad.Un de las metas para el futuro próximo de los investigadores militares es el desarrollo de un arma láser portátil.
Los expertos consideran que cuando la tecnología haya madurado será posible fabricar armas que dotará a las fuerzas especiales de la capacidad para perforar superficies blindadas gracias al láser.
También se podrá regular la potencia estos rifles para dotarlos de un modo no letal por el que se ha mostrado muy interesada la armada.
También el sector privado está dedicando recursos en rifles láser. Un ejemplo es la empresa Northrop Grumman que a principios de año ha inaugurado una fábrica con el objetivo de producir varios láser de 100 KW para un futuro. El gobierno israelí se ha interesado en usar estas armas como escudo defensivo en instalaciones delicadas como pueden ser bases militares, puertos o aeropuertos.
Otro caso es el de Boeing que está trabajando en el proyecto ‘Advanced Tactical Laser’ (ATL), nombre que recibe un dispositivo que se acoplará en aviones de carga como el ‘Hércules’ para atacar objetivos terrestres con una precisión hasta ahora nunca conseguida con misiles. Otra ventaja del láser es su bajo coste porque no necesita nada más que electricidad para funcionar, mientras que misiles como el Tomahawk están a millón de dolares la unidad.Un de las metas para el futuro próximo de los investigadores militares es el desarrollo de un arma láser portátil.
Los expertos consideran que cuando la tecnología haya madurado será posible fabricar armas que dotará a las fuerzas especiales de la capacidad para perforar superficies blindadas gracias al láser.
También se podrá regular la potencia estos rifles para dotarlos de un modo no letal por el que se ha mostrado muy interesada la armada.

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